16 de diciembre de 2009

Agradándome con dulces rancios

Se acaba la canción, y ya no tengo más que me recuerden a ti o a lo que siento cuando pienso en ti, ya no encuentro nada más que me recargue.
Sé que tengo que volver a bajar al mundo, cruzar los brazos y esforzar la vista bajo la luz del flexo. Es la primera vez que escribo en esta esquina, oblicuamente a solas. El gran silencio me empieza a envolver casi notándolo en mi piel…me hace sentirme más sola y yo cada vez más rebosante.
Han sido unas horas de confusión, de alternativas que podría hacer perder mi punto de referencia y las ideas claras se irían alejando de mi campo visual. ¿Por qué me bombardean justo ahora al unísono? No es plausible que haya ningún acuerdo entre distintas personas que buscan un mismo fin… un mismo fin, esto me empieza a sonar realmente caótico.
No quiero que me entiendan mal y me niego a usar la gastada frase “no es lo que parece” por eso no me he decidido a contarlo, a pesar de que haya salido la ocasión. A veces la confianza es óptima excepto en pocos pero ciertos temas, cuando tu intimidad prefiere valerse por sí misma.
Soy un arlequín consejero y muy dado a aceptar opiniones, sin embargo ahora prefiero no arriesgarme a contraer uno poco acertado, ya vendrá algo que lo aclare por sí solo, y si no llega a tiempo, espero que las consecuencias no me sobrepasen, tanto para demasiado bien como para una situación irreversible.


Solo aquí, donde el anonimato queda justo detrás de la línea que lo separa de las habladurías, puedo relucir estos sentimientos que me pesan tanto no sin ser colados antes por la precaución, o puede que por el miedo de saber demasiado.

Tengo que decir que siempre escribo sin premeditarlo y nunca comienzo sabiendo el acabado pero esta vez me estoy quedando en blanco y continuas interrupciones no se le pueden permitir a la debilitada responsabilidad cada vez que me pongo a relatar, a manchar las páginas de condimento emocional. Y me enfurezco por las prisas, la falta de tiempo que no me deja avanzar. Por la mañana tengo examen asique me iré a la cena de por la noche con la conciencia tranquila si lo apruebo, de modo que ya buscaré otro momento para intentar esclarecer.


Y dijeron ¿a quien no le agrada un dulce?
Uno, dos, tres, cuatro...a la vez
¡ya no más! y me invitan al banquete
en bandeja manjares y delicatessen
con ofrecimientos incapaz de comerse...

Solo un mal empacho me acompaña estas noches
ya no soy ni capaz de distinguir sabores
porque tanta cortesía solo me trae dolores
que quisieron un día ser quizás amores.

4 comentarios:

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  2. Los dulces pican los dientes... cuidado... la sensatez es una facultad, el dejarse llevar un peligro, solo el tiempo será capaz de hacerte ver tu camino...
    Cada paso se da por uno mismo, nunca olvides los que as dado que todos son importantes para decidir.
    Un beso de un niño que te quiere y que quiere lo mejor para ti*

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  3. Oh, el fruto del pecado que trae la serpiente del demonio..., oh, cuan endiablada es, pues sus frutos son tan bellos como peligrosos.
    Pero es que a veces, trae más de uno y es dificil elegir, muy difícil...
    NUNCA PIERDAS TU SUTIL Y CRÍTICO PUNTO DE REFERENCIA, PUES TU JUCIO ES EL QUE CUENTA, NADIE TE PUEDE IMPONER EL SUYO. Además la serpiente se suele encargar de taparte los ojos antes...
    Vivamos de las risas y no de las tarjetas de crédito...
    TU DON ES LA INTELIGENCIA, ES UNA RESPONSABILIDAD, se tu misma.
    te deseo mi ilusión*

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  4. tdo lo k te puedan decir serán solo consejos, tu misma debes guiarte xk solo tu eres responsable de tu vida, y sabes k respetarems tu decisión xk tu felicdad s la nuestra*

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